Por
Fred
R. Coulter
www.iglesiadedioscristianaybiblica.org
Publicado
por la Iglesia de Dios Cristiana y Bíblica como un servicio de amor para
los hermanos de Jesucristo y Dios el Padre para la observancia de la
Ceremonia de la Pascua Cristiana. La Pascua Cristiana es una renovación del
Nuevo Pacto de vida eterna a través de Jesucristo nuestro Señor y
Salvador. La traducción de las Escrituras a ser leídas fue hecha por Fred
R. Coulter. Permiso es dado para duplicar y/o copiar este folleto, en parte o en su
totalidad, para el propósito de observar la Pascua Cristiana.
Nota: Todas las Escrituras han sido traducidas de The Holy Bible In Its
Original Order (La Santa Biblia en Su orden Original), primera
edición.
Acerca de este Folleto
Este
folleto fue escrito como un guía para aquellos que desean observar la Pascua
del Nuevo Pacto—la
Pascua Cristiana. Provee las instrucciones básicas para conducir la ceremonia
de la Pascua, y también contiene las Escrituras apropiadas para leer durante el
servicio. El arreglo de las Escrituras esta conforme a la secuencia de los
eventos de la última Pascua de Jesús, cuando Él instituyó la Pascua del Nuevo
Pacto en la noche antes de Su crucifixión y muerte. El autor ha traducido estas
Escrituras en una manera que es fácil de leer aún con la precisión que
transmite el significado literal del texto griego del Nuevo Testamento.
La
traducción de estas Escrituras por parte del autor para la ceremonia de la
Pascua Cristiana está basada en el texto griego de Estéfano de 1550. El autor
ha escogido una traducción exacta y literal del texto griego la cual está
diseñada para expresar el poder y amor de nuestro Salvador Jesucristo.
En
ésta traducción, se presenta el verdadero entendimiento Escritural del Espíritu
Santo. La verdadera enseñanza del Nuevo Testamento, tal como es preservado en
el texto griego, es que el Espíritu Santo no es una persona. En vez de esto, es
el poder de Dios el cual pone dentro de los seres humanos para cumplir las
obras espirituales. Lucas claramente describe esta función: “Y el ángel
respondió y le dijo, “El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo
te cubrirá con su sombra…’ ” (Lucas 1:35). Justo antes que Él
ascendiera al cielo, Jesús le dijo a los apóstoles “…‘esperen
la promesa del Padre, la cual,’ El dijo, ‘han escuchado de Mi. Porque
Juan ciertamente bautizó con agua, pero ustedes serán bautizados con el
Espíritu Santo después de no muchos días.’... ‘pero ustedes mismos recibirán
poder cuando el Espíritu Santo haya venido sobre ustedes...’
” (Hechos 1:4-8).
Aquí
está la explicación del autor sobre la traducción de esos versículos que se
encuentran en Juan 14, 15 y 16 los cuales se refieren al “Espíritu de la verdad”
y “el Consolador.”
“El
Espíritu de la verdad,” en Juan 14:17 viene del griego to pneuma tees
aleetheias, y es otra designación para “el Espíritu Santo.” En el griego
del Nuevo Testamento, “el Espíritu Santo” es siempre un nombre neutral, que
verdaderamente refleja la enseñanza Bíblica de que el Espíritu Santo es el poder
de Dios y no una persona. Los nombres griegos para “Espíritu,” “el Espíritu,”
“Espíritu Santo” y “el Espíritu Santo” son las siguientes: pneuma, to
pneuma, pneuma hagion, to hagion pneuma, to pneuma to hagion, y la mencionada
anteriormente pneuma tees aleetheias. Estos nombres, en sus variadas
formas, son siempre y solamente neutros en género. Igualmente, los pronombres
para to pneuma to hagion son siempre y solamente neutros en género. Por
consiguiente, es absolutamente incorrecto traducir “el Espíritu,” “el Espíritu
Santo” o “el Espíritu de la verdad” y sus pronombres en el género masculino.
Dado que el texto griego revela que “el Espíritu de la verdad” esta en género neutro,
el autor ha traducido correctamente los pronombres como “ese,” “cual” y “aquel”
tal como una entidad neutra debería ser adecuadamente traducida. Traducir estos
nombres neutros y sus pronombres en el género masculino claramente viola las
reglas básicas de traducción. ¡Pneuma y sus variadas derivaciones, en
ningún lugar de las Escrituras están como un nombre del género masculino!
Sin
embargo, en Juan 14:16, 26, y Juan 15:26, encontramos un nombre de género
masculino usado en referencia al Espíritu Santo, como un nombre descriptivo, ho
parakleetos, el cual es traducido en la Reina Valera como “el Consolador.” Ho
parakleetos define una función del “Espíritu Santo,” o “el Espíritu de la verdad,”
como “un auxiliador,” y “el auxiliador,” o como “un consolador,” y “el
consolador.” Mientras este nombre descriptivo de género masculino es usado para
describir una función vital del Espíritu Santo, no designa a “el Espíritu
Santo,” o “el Espíritu de la verdad,” como una persona. En I Juan 2:1 el nombre
descriptivo de género masculino Parakleetos es usado para describir una función
de Jesucristo como “un Abogado” para los cristianos.
El
pronombre demostrativo de ho parakleetos es ekeinos, que
significa “ese” o “aquel.” El autor ha correctamente traducido ekeinos
en referencia a ho parakleetos como “ese,” mientras que la mayoría de
las versiones incorrectamente traducen ekeinos como “Él.” El uso de un
nombre descriptivo de género masculino y sus pronombres no hace al Espíritu
Santo un “tercer miembro de una Trinidad,” o un “ser divino” igual con el Padre
y el Hijo. Para aquellos que conocen el griego del Nuevo Testamento, es
evidente que la teología de los hombres, la cual es contraria a los textos griegos
inspirados, ha sido introducida dentro las traducciones de la Biblia en un intento
de darle soporte Escritural a la falsa doctrina de la Trinidad.
Es
el deseo del autor que la traducción correcta del texto griego del Nuevo
Testamento, como es presentado en este folleto, pueda darle al lector un
verdadero entendimiento sobre esas Escrituras concernientes al Espíritu Santo.
Estas Escrituras contienen las verdaderas enseñanzas de Jesucristo, dadas a Sus
discípulos cuando Él instituyó la Pascua del Nuevo Pacto. Es vital para cada
cristiano que entienda estos versículos ya que son leídos durante la ceremonia
de la Pascua Cristiana, porque estas palabras de Jesús son la base y fundamento
del Nuevo Pacto.
Que
el amor, gracia y misericordia de Dios el Padre esté con todos aquellos que
observan la Pascua del Nuevo Pacto a través de Jesucristo Nuestro Señor y
Salvador—Nuestro
“Cordero Pascual — el Cordero de
Dios, que quita el pecado del mundo”
Con amor en el
nombre de Jesús,
Fred R. Coulter
¿CUÁNDO DEBERIA SER OBSERVADA LA PASCUA CRISTIANA?
La
Pascua Cristiana, la cual renueva la relación del Nuevo Pacto, debería ser
observada solamente una vez al año en el día 14 del primer mes, el mes de
Nisan, de acuerdo al calendario Hebreo calculado. Ya que la Biblia cuenta cada
día de ocaso a ocaso, la observancia de la Pascua Cristiana se lleva a cabo después
del ocaso del día 13 del primer mes, que es en realidad la noche del día 14 del
primer mes. Recuerde que hoy los judíos no guardan en absoluto la Pascua del
día 14. La “Pascua” judía es observada un día tarde y es combinada con la
Fiesta de Panes Sin Levadura, la cual empieza el día 15 del primer mes y
continúa por siete días. En violación a los claros mandamientos Escriturales, los
judíos han añadido un octavo día a su “Pascua,” extendiéndola hasta el día 22
del primer mes. (Para una completa explicación puede leer La Pascua
Cristiana por Fred R. Coulter.)
Para
saber cuando cae el día de la Pascua según el calendario Hebreo calculado, tal
como ha sido sincronizado con el calendario Romano, vea El Calendario Hebreo
Comprensivo por Arthur Spier. Este libro muestra las fechas calculadas
hasta el año 2100. Sin embargo, para su conveniencia, las fechas para las
fiestas anuales de Dios desde el año 2003 hasta el 2010 como ocurren según el
calendario Romano, son dadas en la última página de este folleto. El servicio
de la Pascua del Nuevo Pacto debe de ser observado anualmente “hasta que el
Señor venga.”
¿QUIÉN DEBE OBSERVAR LA PASCUA CRISTIANA?
¿Quién
debe comer la Pascua Cristiana? ¿Debería cualquier persona que piensa a si
mismo ser un cristiano, guardar esta ceremonia sagrada? ¿O existen requisitos
Escriturales específicos para comer la Pascua Cristiana? Esta pregunta vital
necesita ser respondida.
En
el Antiguo Testamento, una de las ordenanzas para la observancia de la Pascua
requería que todos los varones fueran circuncidados en la carne. Aquellos que
no estaban circuncidados les era prohibido comer la Pascua del Antiguo
Testamento (Éxodo 12:48). Sin embargo, el Nuevo Testamento claramente enseña
que la circuncisión en la carne no es un requisito para la relación del Nuevo
Pacto con Dios el Padre y Jesucristo (Gálatas 5:6, Romanos 2:28-29).
La
circuncisión física no es un requisito para la observancia de la Pascua del
Nuevo Pacto. Sin embargo, se requiere de una circuncisión espiritual para el
Nuevo Pacto, como es enseñado en el Nuevo Testamento. Tal como veremos,
cualquiera, hombre o mujer, debe ser circuncidado espiritualmente a través de
Jesucristo para comer la Pascua del Nuevo Pacto—la Pascua Cristiana. Esta circuncisión
espiritual es llamada “la circuncisión del corazón, en el espíritu.”
El
apóstol Pablo define la circuncisión espiritual en Romanos 2:28-29: “Porque no es judío quien lo es exteriormente, ni es
esa circuncisión la cual es externa en la carne; sino, es
judío quien lo es interiormente, y la circuncisión es del
corazón, en el espíritu y no en la letra; cuya alabanza no
es de hombres sino de Dios.”
La
circuncisión espiritual es obtenida solamente de esta manera: El primer paso
para cada persona que responde el llamado de Dios es arrepentirse de sus
pecados contra Dios el Padre y aceptar el sacrificio de Jesucristo para perdón
de los pecados. Tal como lo proclamó el apóstol Pedro: “…Arrepiéntanse y sean bautizados cada uno de ustedes en el nombre de
Jesucristo para la remisión de pecados, y ustedes mismos recibirán el regalo
del Espíritu Santo.” (Hechos 2:38).
Después
de responder el llamado de Dios y arrepentirse hacia Dios, la persona debe ser
bautizada por completa inmersión en agua, lo cual significa la muerte y sepultura
de su antigua y pecaminosa personalidad. El apóstol Pablo revela el significado
completo del bautismo: “¿O son ustedes ignorantes que
nosotros, como tantos que fuimos bautizados en Cristo Jesús, fuimos bautizados
en Su muerte? Por tanto, fuimos sepultados con El a través del bautismo en la
muerte; para que, así como Cristo fue levantado de los muertos por la
gloria del Padre, en la misma forma, deberíamos también caminar en novedad de
vida. Porque si hemos sido unidos juntamente en la semejanza de Su muerte, así
también lo seremos en la semejanza de Su resurrección. Sabiendo
esto, que nuestro viejo hombre… [la antigua personalidad pecaminosa]… fue co-crucificado con El, para que el cuerpo de
pecado pudiera ser destruido, para que ya no pudiéramos ser mas esclavizados al
pecado; porque quien ha muerto al pecado, ha sido justificado del pecado”
(Romanos 6:3-7).
La
operación del bautismo y recibimiento del Espíritu Santo de Dios el Padre es
llamada “la circuncisión de Cristo,” la cual es la circuncisión espiritual del
corazón. En la epístola de Pablo a los Colosenses encontramos esta explicación:
“Y ustedes están completos en El, Quien es la Cabeza
de todo principado y poder en Quien también han sido circuncidados con la
circuncisión no hecha por manos, quitando el cuerpo de los pecados de la
carne por la circuncisión de Cristo; habiendo sido sepultados con El en el bautismo,
por el cual también han sido levantados con El a través de la obra interna
de Dios, Quien lo levantó a El de los muertos. Para ustedes, quienes estaban una
vez muertos en sus pecados y en la incircuncisión de su carne, ahora
El los ha hecho vivir con El, habiendo perdonado todas sus ofensas. El ha
borrado la nota de deuda contra nosotros con los decretos de nuestros
pecados, la cual nos era contraria; y la ha quitado, habiéndola clavado a
la cruz.” (Colosenses 2:10-14).
El
Nuevo Testamento claramente muestra que ninguna persona debe comer la Pascua
del Nuevo Pacto hasta que haya sido bautizado y haya sido circuncidado espiritualmente
en el corazón al recibir el Espíritu Santo de Dios. “Pero
Aquel que nos establece con ustedes en Cristo, y Quien nos ha ungido, es
Dios, Quien también nos ha sellado y nos ha dado las arras del
Espíritu en nuestros corazones” (II Corintios 1:21-22).
Para
comer la Pascua del Nuevo Pacto dignamente, la persona debe haber sido
bautizada y recibido el Espíritu Santo de Dios el Padre. Solamente aquellos que
han recibido el don del Espíritu Santo de Dios el Padre deben comer la Pascua
Cristiana, porque ellos son los únicos que han sido espiritualmente
circuncidados en el corazón y han verdaderamente entrado en el Nuevo Pacto con
Dios el Padre y Jesucristo.
¿CÓMO DEBE DE SER OBSERVADA LA PASCUA CRISTIANA?
En
Su última Pascua, Jesucristo instituyó el servicio de lavado de pies e instruyó
a Sus discípulos a comer del pan sin levadura y el vino como símbolos de Su
sacrificio. Los verdaderos cristianos son ordenados por Jesucristo a observar
la Pascua del Nuevo Pacto—la
Pascua Cristiana. Sin embargo, ésta debe ser observada apropiadamente. El
apóstol Pablo advirtió a los cristianos en Corinto acerca de las horribles
consecuencias de comer y beber los nuevos símbolos indignamente: “Por esta razón, si cualquiera comiere este pan o
bebiere la copa del Señor indignamente, será culpable del cuerpo y la
sangre del Señor. Pero el hombre examínese a sí mismo, y coma del pan y beba de
la copa como corresponde” (I Corintios 11:27-28).
Participar de la
Pascua indignamente incluye lo siguiente:
1) En una manera inapropiada,
símbolos inapropiados, y día y hora incorrectos
2) Una actitud inapropiada
de rebelión habitual, pecando sin arrepentimiento
3) No discerniendo
el cuerpo de Jesucristo para sanidad
4) No discerniendo
la sangre de Jesucristo para el perdón de los pecados
Participar de la
Pascua dignamente incluye lo siguiente:
1) Una manera apropiada,
símbolos apropiados y correcto día y hora
2) Una actitud
humilde, amorosa y arrepentida
3) Discerniendo el
cuerpo del Señor y confiando en Él para sanidad
4) Discerniendo la
sangre de Jesucristo para el perdón de los pecados
El
apóstol Pablo claramente enseñó a los Cristianos en Corinto que ellos no
deberían comer una cena con la Pascua del Nuevo Pacto y que esta no debería ser
llamada “la Cena del Señor” (I Corintios 11:20-22). Una cena no ha de ser
comida con la Pascua del Nuevo Pacto porque es una ceremonia solemne en memoria
del sacrificio y muerte de Jesucristo por nuestros pecados.
Pablo
advirtió, “Porque aquel que come y bebe indignamente
esta comiendo y bebiendo juicio para si mismo, no discerniendo el cuerpo del
Señor. Por esta mismísima razón, muchos están débiles y enfermos
entre ustedes, y muchos han dormido. Entonces si nos examináramos a nosotros
mismos, no seríamos juzgados. Pero cuando somos juzgados, somos corregidos por el
Señor, para que no seamos condenados con el mundo” (I Corintios
11:29-32).
Antes
de observar la Pascua del Nuevo Pacto, cada cristiano debería examinarse piadosamente
a si mismo, para darse cuenta completamente que es solamente a través del amor
y gracia de Dios que esta salvación de Dios el Padre ha sido otorgada a cada
uno de los que Dios el Padre llama. Mientras los cristianos son mandados a
hacer buenas obras y guardar todos los mandamientos de Dios como un camino de
vida, esto solamente puede ser logrado a través de la fe y el amor de Dios. La renovación
del Nuevo Pacto cada año a través de la observancia de la Pascua del Nuevo Pacto
es la promesa solemne de cada cristiano de vivir y caminar en los caminos de
Dios a través de la fe en Jesucristo.
Si
verdaderamente amamos a Dios con todo nuestro corazón y mente, desearemos hacer
lo que agrada a Dios el Padre y Jesucristo y observaremos la Pascua del Nuevo
Pacto—la Pascua
Cristiana—exactamente
como Jesucristo mandó.
El Lavado de Pies
El
servicio de lavado de pies en la ceremonia de la Pascua renueva el bautismo del
cristiano anualmente. (Para una completa explicación del lavado de los pies,
lea La Pascua Cristiana por Fred R. Coulter)
Las
preparaciones para el lavado de pies deberán ser hechas con anticipación para
que este servicio sea hecho lo más fácil posible. Un suministro suficiente de
agua tibia deberá ser proporcionado, tomando en consideración el número de
personas que van a participar. Cada participante deberá tener su propia
palangana y toalla para el servicio de lavado de pies. Si el número de participantes
lo permite, es completamente apropiado para hombres y mujeres que se laven los
pies separadamente.
Si
un cristiano es obligado por circunstancias a guardar la Pascua sólo, entonces
no podrá llevar a cabo el servicio de lavado de pies. En tal situación, el
cristiano ciertamente debería leer y estudiar la parte del lavado de pies en la
ceremonia de la Pascua, y en fe delante de Dios debería orar por entendimiento
sobre el significado del lavado de pies. Esta oración especial a Dios sobre el
significado del lavado de pies puede ser ofrecido en lugar del servicio de
lavado de pies.
Después
que el lavado de pies ha concluido, la ceremonia de la Pascua continúa con el
comer del pan sin levadura.
El Pan sin Levadura
Para
la Pascua Cristiana, solamente pan sin levadura ha de ser comido. Tal como las
Escrituras lo muestran, toda la levadura era removida de las casas en
preparación para el día de Pascua, el día 14 del primer mes, y la Fiesta de
Panes sin Levadura, la cual sigue a la Pascua y dura desde el día 15 hasta el
día 21 del primer mes. Además de remover toda la levadura, pan sin levadura era
horneado y preparado para la Pascua y la Fiesta. (Leer La Pascua Cristiana
para una completa explicación). Una receta para hacer pan sin levadura se
encuentra al final de este folleto.
La
Pascua del Nuevo Pacto—la
Pascua Cristiana—es
observada en un hogar privado, el cuarto escogido para la ceremonia deberá
estar completamente limpio de levadura antes de la Pascua.
El
pan sin levadura a ser usado para distribuir a los participantes debe ser colocado
en un plato o una bandeja y ser cubierto con un paño blanco limpio. No debe ser
puesta una cantidad excesiva de pan en el plato o bandeja, porque este pan será
roto y bendecido para representar el cuerpo de Jesucristo. Cualquier pan o
migajas que sobren después que el servicio ha concluido debe ser quemado al
fuego esa noche, de acuerdo a las instrucciones de Dios para los restos de los
corderos usados para la Pascua del Antiguo Pacto (Éxodo 12:10).
Para
la Pascua del Antiguo Testamento, un cordero o un chivo joven era requerido
para ser sacrificado en las casas de los participantes. En el Nuevo Testamento,
en su epístola a los Hebreos, el apóstol Pablo claramente enseña que el único sacrificio
perfecto de Jesucristo reemplazó y excedió todos los sacrificios de animales
requeridos bajo el Antiguo Pacto (Hebreos 9:12). Jesucristo es el Cordero
Pascual del Nuevo Pacto, el sacrificio perfecto de Dios el Padre para la
remisión de nuestros pecados: “…Porque Cristo nuestra
Pascua fue sacrificado por nosotros” (I Corintios 5:7).
El Vino
Pocas
personas se dan cuenta que la piel de las uvas contienen esporas naturales de
levadura las cuales inician el proceso de fermentación casi inmediatamente
después que el jugo ha sido exprimido. Antes de la llegada de la pasteurización
y refrigeración, era imposible tener jugo de uva todo el año tal como lo tenemos
hoy, porque no había forma de preservar el jugo y evitar que se fermentara. La
única época del año cuando el jugo de uva podía ser consumido era la época
cuando aplastaban las uvas, la cual siempre ocurría al final del verano, cuando
las uvas eran cosechadas. Ya que el jugo de uva no podía ser preservado, se
acostumbraba hacer vino o vinagre.
El
término “fruto de la vid” en Mateo 26:29, Marcos 14:25 y Lucas 22:18 no se esta
refiriendo a jugo de uva. En la primavera, durante la época de la Pascua, el
“fruto de la vid” puede solamente referirse a vino. La palabra griega para jugo
de uva sin fermentar es trudz y nunca es usado en referencia a vino. La
palabra griega para vino es oinos, el cual siempre significa vino
fermentado del jugo de uvas. En el segundo capítulo del evangelio de Juan, está
registrado que Jesús hizo 180 galones de vino, o oinos, del agua. Él no creó
jugo de uva. Jesús bebió oinos, o vino. Aquellos que lo criticaron lo
llamaron un “bebedor de vino” tal como esta registrado en Mateo 11:19 y Lucas
7:34. La palabra griega para “bebedor de vino” es oinopotees que viene
de oinos.
Hay
una prueba Escritural adicional de que el término “fruto de la vid” no
significa jugo de uva. En el evangelio de Mateo, encontramos la parábola de
Jesús sobre la viña: “…Hubo un cierto hombre, un señor
de casa, que plantó una viña, y puso una cerca alrededor de ella, y cavó
un lagar en ella, y construyó una torre, y luego la arrendó a
unos labradores, y dejó el país. Entonces cuando el tiempo de los frutos estaba
acercándose, envió a sus siervos a los labradores, para recibir sus frutos”
(Mateo 21:33-34).
La
mención específica de un lagar en esta parábola muestra que el propósito de la
viña era producir vino. Estos son los “frutos” que el dueño esperaba recibir de
su viña. Era imposible para el dueño, que no estaba en el país, recibir uvas
frescas o jugo de uvas fresco de los labradores. Las únicas frutas que él
podría recibir seguramente eran uvas pasas, las cuales son uvas secadas al sol,
o vino fermentado del jugo de las uvas. Mientras es posible que algunas de las
uvas pudieran haber sido secadas para convertirlas en uvas pasas, el lagar en
la parábola indica que la mayoría de las uvas eran aplastadas y usadas para
hacer vino. Esos eran los “frutos” de la viña, o el “fruto de la vid”.
En
Su última Pascua, Jesús le dijo a los discípulos, “…No
beberé otra vez del fruto de la vid hasta ese día cuando lo beba nuevo en el
reino de Dios” (Mateo 26:29 y Marcos 14:25).
Basado
en la evidencia Escritural, podemos concluir lo siguiente: El fruto de la
vid el cual Jesús y los discípulos bebieron en la última Pascua de Jesús fue oinos,
o vino, no trudz, o jugo de uva. Aquellos que creen que jugó de
uva debería ser usado para el servicio de la Pascua Cristiana están siguiendo
sus propias creencias y su autodeterminada justicia en vez de seguir las enseñanzas
y prácticas de Jesucristo. Las Escrituras claramente muestran que el “fruto
de la vid” no es jugo de uva. Por lo tanto, usar jugo de uva en vez de vino
no es comer la Pascua en la manera enseñada por Jesucristo y por el apóstol
Pablo, tal como esta registrado en las Escrituras. El uso de jugo de uva en
lugar de vino para la Pascua Cristiana es indudablemente comer indignamente la
Pascua del Nuevo Pacto. Una excepción para la enseñanza Escritural podría ser
permitida para una persona que ha hecho un voto solemne de no beber ninguna
bebida alcohólica porque es un alcohólico en recuperación. En tales
circunstancias, Dios no condenaría el uso de jugo de uva en lugar de vino. En
todos los otros casos, vino y solamente vino, debe ser usado para la Pascua del
Nuevo Pacto—la Pascua
Cristiana.
El
vino a ser usado para la Pascua del Nuevo Pacto debe ser un vino rojo de fina
calidad, tipo burgundy—no
fortificado, ya que simboliza la sangre derramada de Jesucristo. La manera más
simple de saber la calidad de un vino es verificar si la botella tiene un
corcho. Casi todos los vinos que han sido embotellados con un corcho entero son
considerados vinos de buena calidad.
Antes
que el servicio de la Pascua empiece, el vino debe ser servido en vasos
pequeños separados para el número exacto de participantes, y los vasos deben
ser cubiertos con un paño blanco y limpio. El vino debe ser servido de la
botella en un cuarto separado del cuarto donde el servicio va a ser conducido y
donde el vino será bendecido. Cualquier vino que ha sido bendecido para usar
durante el servicio de la Pascua no debe de ser usado para otro propósito. Si
queda algo de vino bendecido no usado después del servicio, este debe ser
derramado en la tierra, tal como lo fue la sangre de Jesús. Los vasos usados
por los participantes deben de ser lavados lo más pronto posible después que el
servicio ha terminado.
Después
del servicio, los participantes deben usar el tiempo adicional de esa noche
para estudiar, orar y meditar sobre el asombroso significado del sacrificio de
Jesucristo como el Cordero Pascual de Dios.
Toda
la Pascua del Nuevo Pacto—la
Pascua Cristiana, es verdaderamente una expresión del amor de Dios el Padre
por cada persona al proveer el sacrificio perfecto de Su Único Hijo engendrado:
“Porque Dios amó tanto al mundo, que dio Su único Hijo
engendrado, para que todo el que crea en El no pueda morir, sino pueda tener
vida eterna.” (Juan 3:16).
LA PASCUA CRISTIANA RENUEVA EL NUEVO PACTO A TRAVÉS DE
JESUCRISTO
Conforme
a las promesas que Dios dio a Abraham, como esta registrado en Génesis 15:3-6 y
22:15-18, Jesucristo empezó el Nuevo Pacto en el día de Pascua. Por tanto el 14
del primer mes, el día de la Pascua, puede ser llamado correctamente el Día
del Pacto. ¡Jesús mismo es el Único quien estableció este día como el
Día del Pacto por sus mandatos para este día y por Sus acciones en este
día! Jesús mismo ha hecho el Día del Pacto—el día de la Pascua—el día primario, y el único
día para renovar la relación del Nuevo Pacto entre cada cristiano individual y
El mismo y Dios el Padre.
La
única manera de poder entrar en esta relación del Nuevo Pacto es por la
operación de la gracia de Dios. La gracia de Dios empieza con el llamado de
Dios el Padre. Cada individuo debe responder al llamado de Dios con arrepentimiento,
bautismo y obediencia amorosa a la Palabra de Dios, la cual es la Verdad.
Cuando estas condiciones son cumplidas, Dios el Padre da el Espíritu Santo a
cada persona que Él llama. ¡El Espíritu Santo habilita a cada uno a adorar a
Dios en espíritu y en verdad! “ ‘…Pero la hora viene,
y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en
verdad; porque el Padre ciertamente esta buscando aquellos que lo adoren en
esta manera. Dios es Espíritu; y aquellos que lo adoran deben…
[griego dei, obligado, bajo compulsión divina]… adorar en espíritu y en verdad’ ”
(Juan 4:23-24).
¡Lo
que Jesús está revelando con estas palabras no es una sugerencia—ES UN MANDATO! El
texto Griego es mas enfático—¡es
un mandato imperativo! Jesús está revelando LA ÚNICA MANERA para entrar en
la relación del Nuevo Pacto con Dios el Padre.
Esta
relación del Nuevo Pacto es ofrecida solamente a aquellos quienes están amando
a Dios el Padre y guardando los mandamientos y palabras de Jesucristo. Este
es el fundamento de la fe cristiana por la gracia de Dios bajo el Nuevo Pacto.
El
único camino a Dios el Padre es a través de Jesucristo!. Él mismo estableció el
Nuevo Pacto con Su propia sangre, y Él mismo revela EL ÚNICO CAMINO VERDADERO
para entrar en esa relación de Pacto especial con el Padre. Él enfáticamente
dijo, “…‘Yo soy el camino, y la verdad, y la vida;
nadie viene al Padre, excepto a través de Mí’ ” (Juan 14:6).
El
plan de Dios el Padre es revelado en la vida y muerte de Jesucristo—nuestra Pascua. “Pero vemos a Jesús, Quien fue hecho un poco menor que
los ángeles, coronado con gloria y honor a cuenta de sufrir la muerte,
para que por la gracia de Dios El mismo pudiera probar la muerte por
todos” (Hebreos 2:9).
Ninguna
obra humana puede posiblemente reemplazar o sustituir este asombroso sacrificio
de Jesucristo. Solamente Su sangre puede reconciliarnos con Dios el Padre. Una
vez que hemos sido reconciliados, es a través de Cristo resucitado, nuestro
Sumo Sacerdote a la diestra de Dios, que somos salvos por la amorosa gracia de
Dios.
“Pero Dios, Quien es rico en misericordia, por causa de Su
gran amor con el cual nos amó, aun cuando estábamos muertos en nuestras ofensas,
nos ha dado vida junto con Cristo. (Porque han sido salvos por
gracia) y nos ha levantado juntos… [a través del bautismo]… y nos ha hecho sentar juntos en los lugares
celestiales… [a través del engendramiento del Espíritu Santo de Dios]… en Cristo Jesús, para que en los siglos que vienen El pudiera
mostrar las excesivas riquezas de Su gracia en Su bondad hacia nosotros
en Cristo Jesús. Porque por gracia ustedes han sido salvos a través de fe,
y esta no… [griego ouk, la imposibilidad de originarla]… es de ustedes mismos; es el regalo de Dios, no de
obras, para que nadie pueda jactarse. Porque somos Su… [de Dios El
Padre]… hechura, creados en Cristo Jesús hacia las
buenas obras… [de fe, amor y obediencia]… que
Dios ordenó de antemano para que pudiéramos caminar en ellas” (Efesios
2:4-10).
Los
verdaderos cristianos están continuamente adorando a Dios el Padre y a Jesucristo
en espíritu y verdad. ¡Ellos están en un verdadero y actual pacto con Dios el
Padre y Jesucristo! Porque ellos adoran a Dios como Él ha mandado, están fiel y
amorosamente guardando la Pascua Cristiana como fue ordenado por Jesucristo en
el Nuevo Testamento. Están observándolo en el día del Pacto correcto para la
renovación anual del Nuevo Pacto. Esto quiere decir que anualmente observan la
Pascua Cristiana en el día 14 del primer mes, el mes de Nisan (de acuerdo al
calendario Hebreo calculado), a la misma hora del día que Jesús instituyó los
nuevos símbolos, y en la manera correcta como Él mismo mandó en Su última
Pascua. Cada año cumplen todas las tres partes de la Pascua exactamente como
Jesús mandó: 1) participar en el lavado de pies, 2) comer el pan sin levadura,
y 3) beber el vino.
Al
comer la Pascua Cristiana como Jesucristo lo mandó, ellos están re-dedicando
sus vidas a caminar en Su camino y vivir sus vidas por Él. “Aquel que come Mi carne y bebe Mi sangre esta viviendo en Mi,
y Yo en él. Como el Padre vivo Me ha enviado, y Yo vivo por el Padre; así también
aquel que Me come vivirá por Mi” (Juan 6:56-57).
La
relación del cristiano con Jesucristo y Dios el Padre es renovada cada año al
comer la Pascua Cristiana. El verdadero significado de la Pascua Cristiana va
más allá del entendimiento del día correcto y de la manera correcta de su
observancia. En realidad, ¡la Pascua Cristiana es el fundamento del plan de
Dios para nuestras vidas—ahora
y por toda la eternidad!
¡Dios
el Padre nos da Su magnífico amor y gracia a través de Jesucristo nuestra
Pascua! Comamos los símbolos del Nuevo Pacto como Jesucristo lo ordenó. Renovemos
nuestra relación de Pacto con Dios el Padre y Jesucristo. Re-dediquemos
nuestras vidas en el amor y la gracia de Dios cuando comamos la Pascua del
Nuevo Pacto—la Pascua
Cristiana.
Receta de pan sin levadura
para la
Pascua Cristiana
3 Tazas de
harina de trigo entera o harina de cebada entera
1/3 de taza de
aceite de oliva extra virgen
1 ¼ cucharadita
de sal
¾ tazas de
agua
Primero debe cernir
la harina y sal. Mezclar con el aceite. Añadir el agua. Cuando esta receta es
seguida correctamente, hace una masa suave. Si la masa es muy dura, el pan será
duro.
Parta un pedazo de
masa del tamaño de una nuez. En una tabla harinada aplane la masa con las
manos, después con un rodillo delgado aplánelo como una hoja de papel. Luego
adicione harina como sea necesario para evitar que la masa se pegue. Extienda
con el rodillo hasta que la masa sea del tamaño de un platillo. Póngalo en una
bandeja de cocinar sin aceite. Si la bandeja requiere grasa, use aceite de
oliva.
Hornee a 375 grados
por 7 - 8 minutos. Observe atentamente para evitar que se queme.
Esta receta también
se puede usar para preparar pan sin levadura para la Fiesta de Panes sin
Levadura, la cual sigue al día de la Pascua. Si está horneando pan sin levadura
que no es usado para el servicio de la Pascua, mantequilla puede sustituir el aceite
de oliva, y leche puede sustituir el de agua.